¿Para qué es importante la actitud en nuestro día a día?
A mi modo de ver, resulta mucho más
saludable emocionalmente mantener una actitud positiva. Si bien es
bueno como norma general, la auténtica importancia de una buena actitud en
nuestra vida recae en que esta te permite afrontar mejor los malos
momentos. Es mucho más sencillo superar una situación “no esperada” cuando
piensas que vas a ser capaz de superarla que cuando decides desde un principio
que no hay nada que puedas hacer para mejorar la situación, o en su defecto,
para aceptar lo que suceda.
Por supuesto, no siempre se podrá mantener una actitud segura o positiva.
Hay ocasiones en las que todos nos sentimos vulnerables, en las que nos
rendimos por estar cansados de pelear o nos vemos abrumados y superados por la
situación. Somos humanos, y en nuestras vidas hay ocasiones en las cosas que lo
que sucede es superior a nuestra voluntad. Hay ocasiones en las que la gente
necesita dejarse caer y pasar por su momento de duelo.
La importancia de nuestra actitud recae en
el día a día. Todos podemos tener un mal día, pero sin que eso se convierta en una
costumbre. Lo que importa, lo que realmente importa, es cómo decidimos ver e
interactuar con el mundo que nos rodea. Si decides que eres tú quien tiene la
última palabra en si tu mundo es triste, o es un mundo con pizcas de colores
aunque el panorama general sea gris. Lo que importa, es el día a día. Conseguir
ver las cosas con una actitud positiva aunque sea ligeramente.
Lo bueno de la actitud, es que puede
cambiarse una vez que
descubres que hay más de una manera de afrontar las cosas. Es un proceso, largo
o corto según cada persona, pero lo importante es que puede cambiarse, si uno
lo desea.
María Fernández García de Zuñiga
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