Septiembre es un mes que para
mí representa mucho. Las vacaciones de días anteriores, que me han servido para desconectar, recargar
mi fuerza y reflexionar, han ayudado también a sintonizar con cómo me encuentro
y cómo me gustaría estar. Esto da paso a que, durante este mes, ya con las ideas claras y frescas, comience a
desterrar aquello que me supone un lastre y me centre en lo que realmente me
merece la pena.
Representa un punto de
inflexión en el año, una etapa de renovación y avance. Es el momento de
aprovechar el tiempo y esto implica ponerme manos a la obra para evitar
distracciones innecesarias que dificulten mi camino y que obstaculicen el poder
disfrutar de mi vida.
Está claro que es poco fácil
afrontarlo con esta perspectiva y, en algún momento, puedo percibirlo como la
subida a una montaña, dura escalada. Sin embargo, la energía regenerada en el
verano me da fuerza suficiente para emprenderla.
Una de las reflexiones que me
venía a la cabeza era "Si me quedase poco tiempo de vida: ¿Qué sería para
mí lo realmente importante? ¿me estoy centrando en esto?; ¿Qué relevancia le
daría a las situaciones surgidas que considero como "conflictivas"?
¿realmente merecen tanta relevancia?..... hoy curiosamente me ha llegado el
siguiente vídeo en el que aparece Claudio Naranjo, que con mayor acierto puede
explicar esta reflexión:
Como diría Walt Disney: Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te
acerca al lugar en el que quieres estar mañana.
Mª José Chacón
Aguilar
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