Ahora me pregunto ¿soy
consciente de lo que experimento y pasa a mi alrededor en cada momento? Cuántas
veces he dicho eso de "¡Qué rápida se me está pasando la semana!" o,
más aún, cuántas veces alguien, pronosticando un transcurso vertiginoso e
insulso del tiempo, me ha dicho "¡Ya mismo están aquí las Navidades!"
J
Nuestra cabeza contiene
multitud de pensamientos que nos pueden desviar del momento en que nos
encontramos. Perdemos parte de la consciencia de lo que nos está pasando en el
día a día y esta pérdida nos deriva a aislarnos del mundo en que vivimos, a
volvernos menos sensibles ante nuestro entorno, a dejar pasar el segundo, el
minuto, la hora, sin que nos demos cuenta. Cuántas veces nos ponemos a comer y
ni siquiera saboreamos la comida, distraídos viendo la televisión. Cuántas
veces paseamos y terminamos en nuestro punto de destino fijándonos en pocos
detalles del recorrido realizado….
Esos incesantes pensamientos
nos "secuestran" y nos impiden disfrutar de los pequeños placeres de
la vida, nos roba concentración en lo que estamos haciendo ahora y nos pueden provocar
un estado de continua "somnolencia" volviéndonos, a veces,
espectadores de nuestra propia vida.
Mostrarme plenamente consciente
es vivir intensamente, dejando atrás este sutil letargo que a veces me embriaga
y, esto, es una ardua tarea. De las 16h que tiene un día (respetemos el sueño)
posiblemente un % elevado pasan inadvertidas en este sentido, sin embargo, es
cuestión de proponer bajar ese porcentaje, hay tanto que ganar que merece la
pena hacerlo.
Hace unas horas ha comenzado
el Otoño ¡Disfrutemos de Él plenamente!.
Mª José Chacón
Aguilar
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