Córdoba Coaching

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domingo, 9 de marzo de 2014

¿Has oído hablar de la Procrastinación?

El pasado miércoles mantuve una sesión de Coaching con una persona a la que conozco desde hace muchos años, casi no distingo en qué momento empezamos a formar parte el uno de la vida del otro. La sesión me fascino por varios motivos, quizás el principal, por todo lo que aprendí de mi misma y de cómo nuestro enemigo interior sabotea constantemente proyectos e ilusiones que nos esforzamos en crear, en desarrollar, en pelear y que pueden ir al traste con un solo pensamiento: “no soy capaz” o “eso no es para mi” o “ya habrá otra oportunidad”, o “en otra ocasión será”… en definitiva, cualquier excusa que se nos pueda ocurrir, para evitar enfrentarnos a la cruda realidad.

Estoy hablando de la PROCRASTINACIÓN. Este concepto de nombre impronunciable aparece en personas cuyo enemigo interior principal es la perfección y está relacionado con posponer tareas ("No puedo empezar el trabajo hasta que sepa la manera 'correcta' de hacerlo"), y el autodesprecio (“No sé por qué, pero no soy capaz”). Existen diferentes motivos que apoyan esta actitud, en última instancia, el miedo al fracaso. La Procrastinación produce inmovilidad, ésta produce depresión y en casos graves la depresión puede llevar a la muerte. Sin ánimo de ser alarmista, sí quiero darle la dimensión que corresponde a este bloqueador que tantos proyectos ha dejado en el camino.

Para algunas personas, la perfección no está mal vista, quizás en sentido positivo, la identifico más con el concepto de EXCELENCIA. La Excelencia puede proporcionar la energía motriz que conduce a grandes logros, la atención meticulosa a los detalles necesaria para la investigación científica, el compromiso que empuja a los compositores a continuar trabajando hasta que la música refleja los sonidos gloriosos que suenan en la imaginación, y la persistencia que mantiene a los grandes artistas ante sus caballetes hasta que su creación encaja con su concepción. En todos estos casos estamos hablando de un proceso, un camino que recorrer que no estará exento de dificultades, donde la perseverancia y la confianza en nosotros mismos será nuestro mayor éxito, donde los errores se presentan como oportunidades de mejora, nunca como fracasos.

En ambientes laborales, la perfección, supone baja productividad, dado que se pierde tiempo y energía en detalles irrelevantes de las tareas o actividades diarias, esas que sí sabemos hacer a la perfección. También se caracteriza por la existencia del pensamiento polarizado (todo o nada). En las relaciones personales, produce expectativas irreales que pueden inducir a gran insatisfacción. Para intentar alcanzar sus objetivos, a menudo los perfeccionistas sacrifican actividades sociales y familiares.

Si eres perfeccionista, cúbrete de humildad, baja los pies a la tierra y persigue metas realistas, alcanzables, que estén dentro de tus posibilidades, dentro de tus límites y no te olvides de plantarle cara al miedo al fracaso, ese es tu peor enemigo.


Como curiosidad os dejo unos datos sobre el cerebro: sabías que el celebro deja de desarrollarse aproximadamente a los 40 años? Si estás a tiempo, no dejes de ejercitarlo. Además, al despertar genera la electricidad necesaria para encender una bombilla pequeña y si te hacen jefe, cuidado¡¡, los científicos han comprobado que si se le da poder a una persona, el funcionamiento del cerebro cambia y disminuye la empatía.
Elvira Pérez Rueda
Descubriendo lo Profundo de las Personas

4 comentarios:

  1. Interesante artículo, quizás Elvira se tendría que trabajar desde la escuela la formas de afrontar la vida, tanto personal como laboral. Como casi todo con el entrenamiento se mejora.

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    1. Tienes toda la razón, es una de mis pretensiones: el mundo educativo. Tu lo sabes bien, trabajas con chavales y con el conocimiento desde hace años. Gracias por tu aportación y disculpa el retraso, a veces la tecnología nos lo pone difícil.

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  2. Qué ignorancia más grande cuando pensamos que ser muy perfeccionista es algo positivo, y después de leer artículos como este te das cuenta de como puede llegar a paralizar y condicionar nuestro desarrollo. Muy buena reflexión.

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    1. Gracias Susana, es un placer poder contribuir con estos granitos de arena. Disculpa el retraso en la respuesta, a veces la tecnología nos lo pone difícil. Un abrazo.

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